23 marzo, 2011

¿QUIÉN QUIERE SER PROFESOR?

La educación siempre ha ido un paso por detrás de la sociedad. Actualmente, los currículos que siguen los profesores están anclados en metodologías obsoletas y desligadas de la realidad de los jóvenes. De esta misma opinión es Javier Martínez Aldanondo, que en su artículo "¿Quién quiere ser profesor?", expone las distintas dificultades con las que se encuentran los maestros.


Así, señala el poco margen de maniobra de los profesores tanto desde el punto de vista del Ministerio, que les controla y responsabiliza de todos los problemas, como por parte de los padres ya que les consideran meros cuidadores, y por parte de los alumnos ya que tienen una visión muy negativa del maestro, viéndole como una autoridad y un obstáculo en su única meta: aprobar la asignatura.


Tal y como se puede observar en el siguiente vídeo, la metodología de tipo tradicional puesta en práctica por un gran número de profesores, y unos contenidos que se alejan del interés de los alumnos, hacen que el aprendizaje no resulte motivador:


A este hecho se le une que la sociedad y la forma de educación han cambiado con la introducción de las nuevas tecnologías en la educación. Por lo tanto, el rol del profesor autoritario y único poseedor del conocimiento ha de transformarse en un mero mediador del saber, adaptándose a las nuevas formas de transmisión:  las nuevas tecnologías.

¿PODEMOS SER TODOS MAESTROS?

Ante esta pregunta, Javier Martínez Aldanondo sostiene que resulta crucial la experiencia vital, señalando que tanto desempleados con dificultades para reinsertarse en la vida laboral como jubilados, pueden desempeñar esta tarea. Sin embargo, no todos somos de esa opinión ya que consideramos que aunque la experiencia de vida es un elemento importante, una formación académica unida a una innovación educativa es necesaria para una buena práctica docente.

"LA FÁBRICA DE LA ESCUELA"

Francesco Tonucci, en su viñeta "La Máquina de la Escuela", hace referencia a cómo la escuela crea individuos en serie como en una cadena de montaje en la que se imparte una doctrina que no deja cabida a la individualidad.


Esta misma idea se puede observar en "The Wall", de Pink Floyd, en el que se hace una crítica al sistema educativo formal en el que prima un conocimiento basado en la repetición y en el castigo físico.