La educación siempre ha ido un paso por detrás de la sociedad. Actualmente, los currículos que siguen los profesores están anclados en metodologías obsoletas y desligadas de la realidad de los jóvenes. De esta misma opinión es Javier Martínez Aldanondo, que en su artículo "¿Quién quiere ser profesor?", expone las distintas dificultades con las que se encuentran los maestros.
Así, señala el poco margen de maniobra de los profesores tanto desde el punto de vista del Ministerio, que les controla y responsabiliza de todos los problemas, como por parte de los padres ya que les consideran meros cuidadores, y por parte de los alumnos ya que tienen una visión muy negativa del maestro, viéndole como una autoridad y un obstáculo en su única meta: aprobar la asignatura.
Tal y como se puede observar en el siguiente vídeo, la metodología de tipo tradicional puesta en práctica por un gran número de profesores, y unos contenidos que se alejan del interés de los alumnos, hacen que el aprendizaje no resulte motivador:
A este hecho se le une que la sociedad y la forma de educación han cambiado con la introducción de las nuevas tecnologías en la educación. Por lo tanto, el rol del profesor autoritario y único poseedor del conocimiento ha de transformarse en un mero mediador del saber, adaptándose a las nuevas formas de transmisión: las nuevas tecnologías.


